En una noche de hastío.
Quedé sola
muriendo a ratos.
Sola sin mi sombra
Muere la eterna noche
Y comienza el día.
El sol se asoma
Como una risa de oro
Y el murmullo del día
Se oye apenas.
Y cuando mi sombra regrese
La fundiré a mi alma.
Y llenaré de voces mis silencios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario