Este cuento resultó ganador de las
etapas Local y Regional de los Torneos Bonaerenses y representó a Avellaneda en
la final de Mar del Plata.
El
último golpe lo tendió en el suelo. Su dolor era intenso, pero un vestigio de
sabia que aún circulaba en su interior le permitió pensar. Se compadeció de las
aves y de los hombres que vivían de su sombra abrigo y alimento.
Hasta las aguas se habían retirado, sólo unos charcos
infectos calmaban la sed del humano y de las bestias.
Alzó sus ojos vegetales al cielo y
suplicó a la Madre Tierra .Sus lamentos y plegarias transformados en suave y
húmeda brisa se extendieron a kilómetros de distancia…
Pasó la noche orando, hasta que unas máquinas dientudas lo
izaron a un camión.
Lo apretujaron con sogas junto a otros congéneres casi
muertos como él. Ya cerraba los ojos para siempre, cuándo fue testigo del
milagro.
Miles y miles de árboles de todas
las especies y de todos los tamaños, llegados de quién sabe donde, habían
logrado desenterrar sus patas atrapadas y ponerlas en movimiento. Cómo un
enorme ejército se acercaban agitando su fronda.
Bandadas de pájaros y macacos los acompañaban y atronaban el
aire con sus chillidos.
También regresaba la maltratada tribu, con su prole y sus
petates, volvía cantando melodías en guaraní que ofrecían a la Madre
Naturaleza. Recordó que los habían
expulsado a palos, como a perros, de sus propias tierras, de las que eran
dueños ancestrales. Ahora se tomarían su revancha pero sin violencia, en paz.
Armarían sus toldos y sembrarían sus mandiocas y maíz. Las gallinas volverían a
picotear por los alrededores de la vivienda. Ahora tenían todos esos árboles
guerreros para protegerlos. Surgirían manantiales de agua límpida. Y podrían
pescar en el río que desde siempre les había pertenecido.
Mientras se dormía pensaba: que ojala lo transformaran en
mesa, siempre le gusto ser mesa alrededor de la cual se reuniría la familia , o
tal vez en cama donde se hiciera el amor, o en la mecedora de un anciano…o en
la cuna de un niño …o en un escritorio donde se escriba la más bella novela
jamás escrita o….Después se quedó sin aliento, se relajó y una bella sonrisa se
dibujó en su corteza.
Que buena historia. Que regresen los dueños ancestrales.
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