Los temores infantiles, las inseguridades de una etapa en la vida
de una persona en la que los miedos pueden convertirse en pesadillas son los
temas que aborda Emmanuel Carrère en su novela Una semana en la nieve que
editó Anagrama.
Nicolas, de ocho
años, va a pasar una semana en la nieve. Va a disfrutar, junto con sus
compañeros del colegio, de una semana de diversión en una estación de esquí. Es
lo que en las escuelas francesas se conoce como semana blanca, que permite que
los niños se oxigenen con unas breves vacaciones y rompan por unos días la
rutina de las clases. En ese paisaje nevado y gélido, Nicolas conoce a su
monitor de esquí y hace un nuevo amigo, el temible Hodkann, el terror de los
dormitorios. Pero esos días de diversión tendrán para él mucho de viaje
iniciático: el lector no tarda en ir percibiendo que sobre esa semana en la
nieve planea una amenaza, un desasosiego difuso, una incertidumbre
perturbadora, que se materializará de un modo terrible cuando llega la noticia
de que en un pueblo vecino ha sido asesinado un niño...
"Con un
rigor extremo, con un tacto extremo, Carrère traza una red de sutiles señales,
amenazas y premoniciones, trabajando con un registro preciso, directo, casi
naturalista, en la elaboración de una perfecta narración de terror", definió
Vincent Landel en Le Magazine Littéraire. "Una semana en
la nieve es un viaje al imaginario infantil, a sus sombras, a sus sufrimientos
intolerables", analizó Dominique Bona, en Le Figaro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario