A comienzos de 1930, Roberto Arlt era un escritor conocido
que escribía aguafuertes cotidianamente en el diario El Mundo. Por eso recibió
la propuesta de producir notas de viajes por América del Sur. El resultado de
su primera aventura en el exterior acaba de salir a la luz editado por Adriana
Hidalgo bajo el tiítulo de Aguafuertes Cariocas.
El libro es
la primera edición de las Aguafuertes cariocas, integrada por cuarenta crónicas
nunca antes reunidas en formato de libro, con excepción de tres textos
("¿Para qué?", "Pobre brasilerita" y "Espérenme, que
llegaré en aeroplano") que se presentan en orden cronológico e incluyen la
primera crónica en la que el autor anuncia su viaje.
En los
artículos Arlt se muestra como un apasionado de su ciudda, Buenos Aires, a la
que alaba por el contraste con su par Río de Janeiro. "Arlt escribe lo que
quiere y como quiere, incluyendo opiniones abiertamente prejuiciosas, racistas
y sexistas. No habrá sorpresas si el lector se siente incomodado con algunas de
sus muchas parrafadas políticamente incorrectas", analizó Gustavo Pacheco
en La Nación.
Roberto
Arlt nació en Buenos Aires, en el barrio de Flores, el 2 de abril de 1900.
Publicó El juguete rabioso, su primer novela, en 1926. Por entonces comenzaba
también a escribir para los diarios Crítica y El mundo. Sus columnas diarias Aguafuertes
porteñas, aparecieron de 1928
a 1935 y fueron después recopiladas en el libro del
mismo nombre. Se divertía contando de sus amistades con rufianes,
falsificadores y pistoleros, de las que saldrían muchos de sus personajes. Las Aguafuertes
se convirtieron con el tiempo en uno de los clásicos de la literatura
argentina.
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