Con su letra grande,
Mary Shelley escribe la historia del doctor Frankenstein y el monstruo. También
escribe un diario, escribe cartas. Es lo que sabe hacer desde que era chica: lee
y escribe.Mary Shelley nació en un tiempo tenebroso. Aprendió a leer su nombre
en una lápida. Guardaba el corazón de su marido en su escritorio. En Frankenstein,
su novela emblemática, inventó un monstruo hecho de partes de cadáveres. Eran
los años de la Ciencia, la luz de la Razón y el culto romántico a la Vida. Pero
también había tumbas profanadas y quirófanos clandestinos. La gente creía en el
desarrollo científico y al mismo tiempo tenía miedo. Algunos, como Mary
Shelley, se animaban, a pesar del temor, a ir un poco más allá, en los libros y
en la vida.
La mujer que escribió Frankenstein de Esther Cross vuelve sobre los pasos de la escritora, iluminando las calles y los cementerios donde Mary Shelley se sentaba a leer cuando era chica y se encontraba con su amante en la adolescencia, mientras el cirujano practicaba disecciones en el aula del hospital y el sueño de la razón producía monstruos.
La mujer que escribió Frankenstein de Esther Cross vuelve sobre los pasos de la escritora, iluminando las calles y los cementerios donde Mary Shelley se sentaba a leer cuando era chica y se encontraba con su amante en la adolescencia, mientras el cirujano practicaba disecciones en el aula del hospital y el sueño de la razón producía monstruos.
"Mary Shelley, escritora de la
Londres Negra, es una de las principales fundadoras de la Londres Negra. La
versión tenebrosa de la ciudad la reclama, indispensable, aunque parezca raro
que una mujer joven, casi una chica, eligiera escribir sobre ese mundo que la
aterraba. Tenía miedo, contó su miedo", escribio Gonzalo León en Perfil
Esther Cross (Buenos Aires, 1961) ha
publicado Bioy Casares a la hora de escribir, libro de entrevistas con el
narrador argentino; las novelas Crónica de alados y aprendices, La inundación,
El banquete de la araña y Radiana (Emecé, 2007), y los libros de cuentos La
divina proporción y Kavanagh. Tradujo Once tipos de soledad, de Richard Yates.
Sus libros han recibido importantes distinciones en el país y en el extranjero.
En 1998 recibió la beca Fulbright-Fondo Nacional de las Artes. En 2004 recibió
la beca Civitella Ranieri. Colabora en distintos medios.
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