Dicen que no hay nada nuevo que decir
de nuestros ideales y la libertad,
de las migas de pan sobre el mantel
y la historia inventada para existir.
¡Qué no digan si ha de llover mañana!
los que dicen que no hay nada que decir
porque tu sangre y mi sangre, como ayer,
siguen corriendo hacia el mismo lugar.
Y si no puedo cambiar el presente,
Haré de mis letras un dulce remanso
para vivir sin sentir que muero en vida.
¡Qué vivir no es tener algo que decir!
Pero se le parece en forma y fin.
Cada vez que escrito, resucito.
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