Se dice que hace mil años
Nadie sabe con certeza
Fue por los años cincuenta
Llegó un titán a esta tierra
Hijo de ángel y dulce hembra
De ella heredó la belleza
De él la magia y la gracia
Para gozo de esta esfera
Fue noche de colisiones
De mirarse y adorarse
En una playa lejana
Con mar y sin marejada
Calmas las aguas
Calma la noche
Pasión y derroche
Para engendrar a este hombre
Va por el mundo, errabundo
Buscando sin rumbo alguno
Con su soledad a cuestas
Y su eterno soliloquio
Tiene dedos de pajarillo
Y una mente prodigiosa
Habla con los colores y
Pinta con las palabras
Con los lirios y delirios
Alimenta su melancolía
Soñando con hallar a esa niña
Que le restituya la alegría
Cuando el sol brilla muy alto
Él se oculta en su cubil ´
Para que nadie lo vea
Llorar siendo serafín
Cada lágrima que derrama
Como por arte de magia
Se convierte en una pluma
Tan nívea como su alma
Por eso cada dos de febrero
El cielo se viste de fiesta
Para homenajear al artífice
Hijo de cielo y la tierra.
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