He perdido tus manos,
Aquellas que aún dormidas
Acariciaban mi cintura.
Esas que con paciencia recorrían cada lunar de mi espalda.
He perdido tus manos,
Aquellas que me hacían cosquillas en las costillas.
Esas que cada tanto desataban los nudos de mi cabello.
He perdido tus manos,
Aquellas que entrelazaban sus dedos tras mi nuca
Para acercar mi rostro a tus labios.
Esas que se posaban en mis hombros para caminar juntos.
He perdido tus manos,
Aquellas que con dulzura acunaban mi sexo.
Esas que con pasión arrancaban gemidos de mi garganta.
He perdido tus manos,
3/4/2013
(*) Seudónimo de Paola Finelli
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