Ay María Toña
Tus pasos de ayer
Cuando por mi calle
Yo te vi correr
Cargando cuadernos
Y libros de inglés
Tu pequeño pié
Tus niños te esperan
En un carrusel
En aquellos patios
Que no has de volver
Gramática y canto
Iban a aprender
Y tu presurosa
Sin ver el después,
Tu sonrisa airosa
Y rosa tu piel
El cura del pueblo
Te amaba tal vez,
Y tu no veías
El atardecer
Tenías tus niños
Corriendo en tropel
Diciendo tu nombre
Queriendo aprender
Y todo lo diste
Sin ser tu mujer,
Tan sólo Maestra
Que no ha de volver
Por aquellas calles
Que te dieron miel
Cargando cuadernos
crayolas, pincel...
Dando a los niños
Todo a conocer.
Ay María Toña
Los tiempos de ayer
Tu dulce sonrisa
Llevas en tu sien
Las hebras de plata
Adornan tu piel
Y guardan intacta
Toda la niñez...
Los años pasaron
No puedes volver
A aquella escuelita
Tu amoroso ser,
Y todo ha quedado
En aquél ayer
Y hoy aún sonríes
Sabiendo que Aquél
Te abre sus brazos
Y te vas con Él,
Ay María Toña
Tus ojos lo ven,
Estás en tu cuarto
Sombrío tal vez.
Tu lecho muy frío
No roza tu piel.
Tus cálidos sueños
Envuelven tu ser,
Ay María Toña
A aquella escuelita
Ya no has de volver
Estimados Eva y Carlos es un homor para mi estar compartiendo mis obras en tan distinguida página como lo es
ResponderEliminarTodas las Artes Argentina
Saludos cordiales
Estimados Eva y Carlos es un homor para mi estar compartiendo mis obras en tan distinguida página como lo es
ResponderEliminarTodas las Artes Argentina
Saludos cordiales
El honor en nuestro, Lilian. Y esta poesía tiene una cadencia sublime, como no podía ser de otra forma, viniendo de vos. Merece.
ResponderEliminarUn afectuoso saludo
Eva y Carlos