soneto endecasílabo
Dime Oh Dios cuál ha sido la jornada,
en qué camino me ciñó la estrella
cuyo orgullo ha vencido la centella,
atravesando mi zona sagrada.
Es que tu amor me ha sido una epopeya.
¡Vibra en la sangre rebelde y furioso!
deseando el beso ardiente... Precioso
como el Vesubio besando a Pompeya.
¡Por Dios! Explica cuál es la manera
en que me haces soñar por la ribera
si siendo tú mi amante y fiel testigo,
me haces sentir como ardiente amapola
siendo boca desgranada aureola
de mi seno, mi fruto y mi castigo.
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