Amaneció soleado el día,
Ni una sola nube
Perturbando el cielo,
Imponente en su celeste y
En el centro, majestuoso el sol.
Despuntó en sombras
Mi alma, quieta y muda,
Sumergiéndome en la pena.
Quise ponerle brillo,
Tapizarla de colores,
Quitarle ese tono amargo.
Quise proyectar una sonrisa,
Soltar una carcajada,
Escribir un poema de amor
Y luego arrojarlo al aire.
Pero no pudo mi pluma
Garabatear ni una palabra.
Quise despojarme del llanto
Que apremiaba por salir,
Danzando hasta el desparpajo
Una danza enérgica, ruda,
Algo que me sacuda el espanto,
Más no hallé la melodía.
Ya se está haciendo de noche
Y el gris no abandona mi alma.
LA SENSIBILIDAD ES PINTORA. SUELE IR POR EL MUNDO COLOREANDO VIDAS PERO ELLA SIEMPRE SE CUBRE DE GRIS, COMO SI SE MEZQUINARA A SÍ MISMA LA LUZ DEL SOL.
ResponderEliminarSIEMPRE GENIAL DULCE NIÑA..."ETERNA POETA DISCONFORME"
Sin duda, mi querido Oswaldo, me conocés más que yo misma que escribo desde un estado compulsivo y sin embargo, ante los ojos de un artista y escritor, queda desnuda mi alma. Gracias por tus palabras que me ayudan a creer en mi misma y darme cuenta que escribir es algo más que la búsqueda de la rima y la métrica sino y esencialmente, dejar un mensaje que sirva de ayuda para quienes se ahoguen en los grises. Un beso, dulce.
ResponderEliminarMuchas gracias a esta generosa gente que me permite ser parte de un espacio tan rico en arte. Un abrazo
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