A la luz de las farolas aleteaba
un pobre pajarillo confundido.
Las arañas que colgaban sus tramoyas
lo miraron insolentes .
Las blancas mariposillas le cedieron
un lugar en la fila organizada .
Él venía frío de la noche, tremolando
su alma atribulada de pájaro desahuciado.
Se arrimó con ahínco al fuego fatuo
encerrado en redoma de bombilla .
En su pecho le nació una herida
de petirrojo chamuscado .
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