Incluido en antología Tele Madrid 2003
Incluido en antología A contrareloj (Ed. Hipalage 2008)
Un hombre se durmió, y en su sueño aparecieron uno, dos, cuatro, multitud de inmundos y extraños animales de pelaje gris. Faltos de alimento se atacaban vorazmente los unos a los otros. Como que eran muchos más los que nacían que los que iban siendo devorados, muy pronto no dispusieron de espacio para moverse dentro de los reducidos límites de aquella angustiosa pesadilla. Nerviosas, irritadas e insaciables, las bestias buscaron una salida por el cerebro del hombre dormido: en pocos instantes se lo comieron, para seguir después construyendo túneles hacia el exterior a través de los ojos, de los oídos, de las fosas nasales, de los huesos del cráneo. Primero una, temerosa; luego cinco o seis con cautela: a continuación por docenas, confiadas; finalmente a miles, seguras y agresivas, todas escaparon del sueño para hacerse dueñas del mundo oscuro de la noche. Eran las ratas.
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