Como en Castigo divino y Margarita está linda la mar, en su última novela La fugitiva Sergio Ramírez vuelve a demostrar su maestría para narrar personajes femeninos plenos de sutilezas y complejidades. En este caso elige la historia de Amanda Solano, a través de tres de sus amigas: Gloria, Marina y Manuela. La vida y la muerte de esa mujer que eligió escribir en la Costa Rica de los años ´50. Tres voces, tres maneras de concebir la vida, la amistad y el amor, pero todas con un denominador común: contar quién fue la deseada y envidiada Amanda Solano.
Estas voces, cada una con su propio registro, nos devolverán a la Costa Rica de la primera mitad del siglo pasado, y así descubriremos a un personaje marcado por su belleza y su genio, por su desafiante sentido de la libertad, y por la mayor de sus debilidades: los hombres. En una convulsa época en que a las mujeres les era denegada la elección de sus opciones en la vida, a Amanda Solano no le quedó otro camino que el exilio, dentro y fuera de su propio país.
"No podría despegarme, por mucho que quiera, de los temas que me rodean y acosan como escritor, aun las novelas de amor, las historias sentimentales tienen ese trasfondo de desajuste de la realidad, de desajuste social que lo está modificando todo", sintetizó Ramírez su concepción sobre la literatura.
Sergio Ramírez nació en Nicaragua en 1942.Publicó su primer libro de cuentos en 1963. Tras un exilio voluntario en Costa Rica y Alemania abandonó su carrera literaria para incorporarse a la revolución sandinista que derrocó a la dictadura de Somoza. En 1998 ganó el Premio Alfaguara de Novela por Margarita está linda la mar.
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