Ahora
comprendo que me apetece
susurrar
vilezas en tus oídos
durante el
fervor de nuestro placer
porque tu
regocijo es mi perdón instantáneo,
transformando
lo basto en lo tierno,
reemplazando
la profanidad con la virtud,
cambiando
la corrupción por el júbilo,
la muerte
por la vida.
Así es
como tú y yo
convertimos
el acto de amar
en un rito
pagano exquisito y sublime.
Interesante descripción de lo pagano y exquisito.
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