Portada: Monumento 11-M (cortesía José Luís Ayuso)
IV
« Lo ideal para España es que todos los ministerios se ocuparan de la cuestión marroquí. Todos, menos el de la guerra y marina »[1] . Yussef no se acordaba quién dijo esta frase ni quién se la había transmitido. Pero recordaba en cambio que fue pronunciada en el siglo pasado. Tampoco se olvidó de la réplica de quien se la dijo: « O sea que, contrariamente a lo que nos cuentan algunos, nadie tiene derecho de hablar de un goulag español ». La idea sedujo siempre a Yussef...tanto que la repetía, con o sin razón.
— Palabras que enmascaran otras intenciones.
— Pero crean un espacio de reflexión inherente de desembocar en una coexistencia y una convivencia pacíficas como sólo España, cualquiera que sea el inquilino de la Moncloa , puede proscribir.
— ¿Tú crees?
— Mira. No todos los españoles son enemigos de los marroquíes. ¿Y por qué lo iban a ser?
— La mayoría…
— Entonces ¿Qué coño hacemos nosotros aquí?
— Reda me dijo que...
— ¿Y quién es Reda?
— Bueno...
— No hace falta que confieses nada. Lo conozco y bastaría por decirte que ni es Alem [1] ni es marroquí.
Pensamiento crítico e injusto. Genocidio conceptual. Convicciones absolutas. Ideas contagiadas. Mientras que unos trataban de dotar la encarnación terrorista de una abstracta calidad religiosa, otros se atrevían a reflexionar para denunciar el injustificado rencor y la demagogia.
En Somos agua, antes de « Goma 2 » habían muchas otras gomas pero no condenadamente explosivas. No todo el mundo aspiraba a glorias inciertas pero nadie o casi nadie mostraron interés alguno.
— Yo prefiero rezar en Casa.
— Pero colectivamente hay más y mejor recompensa divina.
— Pero sólo cuando no hay estos extraños imames, auténticos profesionales de la retórica y de la demarcación, que escupen el desprecio de los valores intrínsicos del acogedor e inculcan la cultura de la intolerancia, el odio y la violencia.
— Pero tú qué tienes que ver con todo lo que digan o prodigan.
La comparación se justificaba por el océano de rigidez y de un microcosmo calcado de un universo que, contrariamente a su religión que preconiza la paz y la fraternidad, cultiva el horror y el odio y pretende, bajo diferentes formas y diversos pretextos legalizar la acción criminal, invitando a invertir en el pensamiento obscurista y sanguinario.
Una ideología islamizada a trancas y barrancas. Una versión moderna de la licantropía. No pudiendo identificarse ni emocional ni intelectualmente con la sociedad egocéntrica de su país de acogida a pesar de sus múltiples curiosidades simiescas, muchos, entre ellos Yussef, fueron involuntariamente hipnotizados. Sin que nadie se percatase del movimiento, atravesaron inconcientemente la línea de demarcación entre la razón y la ingratitud. De jóvenes que mascaban la vida con todos sus dientes, orgullosos de su edad ingrata y de la suerte de navegar en el tiempo y espacio, pasaron a ser presas de predicadores del horror, rehenes de concepciones infernales y ni víctimas ni mártires, sino simplemente inconcientes instrumentos de intereses envueltos en conceptos religiosos.
— « El musulmán es quien se salvan los musulmanes de su lengua y de sus actos »[3].
— Es que la culpa es de todos. De unos más que otros.
— ¿Qué quieres decir?
— A raíz de la desaparición de la URSS , Occidente se puso a buscar un nuevo enemigo y…
— Sé por dónde vas, pero termina.
— No. Si no quieres escuchar, yo tengo muchas cosas que hacer. Tú me preguntaste mi opinión y te la estaba expresando.
— Lo siento. Sigue…sigue.
— Pues... aquí mismo en España aunque hay que reconocer que era infinitamente menos de lo que ocurría en otros países occidentales, prensa y sociedad civil e incluso la gente de « a pie », manipulada o conciente, barajaba la urgente necesidad de inventar a otro enemigo que no podía ser otro que el Islam porque se habían agotado los enemigos. Total…
— Fue cuando surgió la idea y la concepción de terrorismo islamista, musulmán o islamoïde.
— Es más: Fueron algunos musulmanes, ignorantes de las virtudes pacifistas de su religión, los elegidos en tanto que instrumentos ejecutorios de estos criminales planes.
— Luego…
— Luego las cosas se precipitaron. Hoy en día las cosas se han confundido hasta el punto de que si un país aspira a convertirse en una potencia turística a expensas de otro u otros países con o sin vocación turística, no tiene más que encargar acciones terroristas en este país.
— Ya hemos visto como los polos de atracción turística se han trasladado de un país, blanco de terrorismo a otros que no lo son o menos.
Un universo absurdo, grotesco, temible y monstruoso. Un universo profundamente injusto con sus felices inconcientes y sus desgraciados afortunados: El terrorismo a más de un nivel. El terrorismo a medida. El terrorismo con mil dimensiones.
[1] Ortega y Gasset (en el Imparcial en 1911).
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