Querido, cuando yo era chico el abuelo me llevaba a la cancha y sesenta mil almas rugíamos en el Monumental. ¡Qué rugíamos! ¡Delirábamos! Llegamos a salir campeones del mundo. En serio nene, prestame atención que ya tengo muchos años encima y no estoy para repetir las cosas.
Ríver era el cuadro más grande de la Argentina. Sí, no abrás los ojos así. Era el que más campeonatos nacionales ganó. Esos bosteros ni existían. Ganamos como dos o tres Libertadores y una copa del mundo, ganamos. Éramos tan grandes que nos decían los millonarios, porque gastábamos fortuna en comprar y vender jugadores. Yo no lo vi, pero tu abuelo me contó que en el mundial 78’ casi todos los jugadores eran de Ríver. Sí, así como lo escuchás. Para entrar al Monumental había que estar horas haciendo cola. Tuvimos glorias como la Máquina, allá por los lejanos cuarenta, tuvimos tipos que la descosían, Pedernera, Lousteau, Labruna, Alonso, Pinino Más, Fracescoli, Aimar. Que te digo, la descosían ¡¡La dejaban así de chiquita, la dejaban!!
Mirá, no es que yo esté viejo. No, de ninguna manera. Pero sólo el que vio esos equipos supo lo que era el futbol de verdad, y no ahora que se juega con dos arqueros, quince jugadores y cuatro tiempos. ¡¡Fulbo era el de antes, viejo!! ¡¡Once contra once, dos tiempos y a cagarse a patadas si la cosa venía fulera!!.
¿No me creés? Vení, Nene, que te muestro un par de Gráficos que tengo por acá. Mirá ¿ves? Este era D’alessandro. Una máquina, el pendejo, lee, mirá vos que tenés mejor vista que yo, sino voy a tener que buscar los anteojos que no sé donde los puse, ¿ves? ¿qué dice ahí? ¿ves? ¡¡River Campeón del Torneo Clausura 2008!! ¿Qué te dije? Mirá, mirá, lee, nene, aprendé. ¿Cuáles fueron las glorias del clú? Lee, lee en voz alta. A ver. ¿Ves?
¿Ves que yo no miento, querido? A ver ¿cuántos campeonatos dice, a ver? ¡¡Treinta y tres!! ¿Ves, ves? Más las Libertadores, más la Intercontinental contra ese equipo rumano ¡¡Éramos una gloria, nosotros!! Qué digo una gloria, ¡¡éramos lo máximo!!
Vení, vení, vamos a la cocina que se me cansan los huesos de estar parado. Vamos, nos tomamos unos mates y te sigo contando, hasta que llegue tu mamá. La debacle vino en el 2011, año de mierda ese. El año que Uruguay salió campeón de la Copa América por última vez. ¡¡Uruguay, nene!! Ta bien, ahora será el Estado Cisplatino de los brasileros, pero en aquella época era un país independiente. Si, adonde vas de vacaciones con tus papis. Sigo ¿si?
Yo tenía diez años, y ya hacía como tres que no salíamos campeones. Y ahí vino ese pelotudo de Jota Jota López ¡¡Un boludo importante, era!! Y empezamos barranca abajo. Y el partido que no perdíamos lo empatábamos. La cosa es que llegamos al último partido y tuvimos que jugar la promoción, y nada menos que con Belgrano de Córdoba, un cuadrazo con unos jugadores con unos cojones grandes como una número cinco ¡¡Dos a uno y rompimos todo!! Te juro que ese día yo fui a la cancha con tu abuelo, a las cuatro de la tarde estábamos en la San Martín y a las siete y no sé cómo aparecimos tirándole piedras a los canas por Libertador. ¡¡Un desastre fue!! Y después vinieron los años de ostracismo. Estuvimos cinco años en la “B Nacional”. Comprábamos jugadores de primera, venían de Europa gratis a jugar por Ríver y no había caso. No volvimos más. Hasta que llegó el fatídico 2017 y nos fuimos a la C derecho viejo. Y el club tuvo que pagar las deudas. Y ahí vendimos la cancha, con un dolor inmenso. No, pibe, no jugamos siempre en Burzaco en esa canchita de mierda. No, nene. Teníamos la cancha más grande de la Argentina, teníamos.
Y en el dos mil treinta ya nadie daba dos pesos por nosotros, nos fuimos a la “D” como unos boludos. Y te digo, Nene, el superclásico no era esta pedorrada de ahora Boca y San Lorenzo. No, nene. Era Boca – River, y nos venían a ver del extranjero. ¡Sí te digo que éramos grandes en serio! ¡De verdad!. No, nene, no es una joda, no truqué la revista esa que te mostré, si yo con las realidades virtuales esas no me llevo. No sé ni usar ese “virtualcop” que tienen ahora. Yo soy de la época de la PC, monitor y teclado y a otra cosa.
Por eso, nene, me da bronca, te juro que me hierve la cabeza, te juro que me pongo loco cuando pedís eso. ¿Qué cosa? ¡¡Eso que le pediste a los papás hoy a la mañana!! ¡¡Que te lleven al Shopping Monumental!! Si, me jode nene. San Lorenzo estuvo un año en la B y en la década del 20 se dio el lujo de comprarle la cancha a Carrefour y ahora tiene de vuelta al viejo gasómetro, y mirá nosotros¡¡Cuarenta años, cuarenta!! Y estamos en la “D”, perdimos la cancha y encima nadie se acuerda de nosotros.
Dejá, dejalo así porque me sube la presión. Alcanzame esas pastillas, pibe, si. Y un vaso de agua. Que me acuerdo de esos tiempos y me entran unas ganas de llorar que ni te cuento. Si, ya estoy mejor. Ya estoy mejor. ¡¡Te digo que ya estoy mejor, nene, no llores más!!
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