“Oponerse a las supersticiones colectivas no es un buen
negocio”, Rodolfo Fogwill.
Hace algunos días sobrevino el fin del mundo. O al menos eso
es lo que creyeron leer millones de personas alrededor del mundo en un antiguo
jeroglífico maya que predecía para esa fecha el comienzo de una nueva era. Lo
curioso es que unos 15 mil argentinos, según informaron los operadores
turísticos, eligieron para pasar su probable último día de existencia en el
cerro Uritorco, el punto más alto del cordobés Valle de Punilla.
Pero hoy ya es enero y la hecatombe
no llegó. Yo estoy en una suerte de mercado persa que ofrece desde cartas
astrales a masajes energéticos a los pies del famoso cerro que está allí, al
alcance de la vista, inmenso y majestuoso y teñido con tintes dorados a la
caída del sol. Así que me gusta pensar que me encuentro en un tiempo de
descuento o una especie de isla de Lost. Puede que estemos todos muertos y yo
esté transitando el paraíso terrenal. De cualquier modo estoy dispuesta a
averiguar qué es lo que hace tan especial a esta montaña que orilla los 1.950
metros, menos de la cuarta parte del majestuoso Everest.
A poco más de 80 kilómetros de la
Ciudad de Córdoba Capilla del Monte, ubicada al pie del Uritorco, conoció
tiempos mejores. En la década del ´40 era la localidad serrana favorita de la
farándula y la frecuentaban actores como Mecha Ortiz y Enrique Muiño. Los
memoriosos también recuerdan un paso de Carlos Gardel que filmó en la zona
“Flor de Durazno”. Incluso existe una leyenda jamás confirmada que gustan
difundir los operadores turísticos, que cuenta que la Reina Victoria supo
visitar el pueblo en un viaje ultrasecreto a la Argentina. Pero de aquella
época de esplendor sólo quedan antiguas casonas venidas a menos y una
estructura metálica inaugurada para una exposición fotográfica que convirtió a
la Diagonal Buenos Aires en la primera calle techada del mundo.
Sin embargo, a mediados de la década
del ´80 como el Ave Fénix, Capilla supo reinventarse y resurgir de sus cenizas
trasmutada en un imán tanto para amantes de la vida sana como para estudiosos
de los fenómenos extraterrestres. El punto de partida fue un “avistaje”, el
término que utilizan los estudiosos de los fenómenos extraterrestres para
designar la aparición de un objeto volador no identificado.
Fue en enero de 1986 en el Cerro
Pajarillo, cercano al Uritorco. Según contaron algunos testigos una luz de
forma circular iluminó la noche serrana. Al día siguiente la zona presentaba
una huella circular de unos 122 metros de largo. Consultados los bomberos sólo
pudieron explicarla como el producto de de un incendio. “La huella fue
perfectamente visible durante unos diez años. Incluso hubo una gran quemazón en
la zona que destruyó toda la vegetación de esa ladera del cerro y no modificó el área”, cuenta Elías Miranda,
un guía de turismo capillense que estudió y trabajó en Buenos Aires y volvió a
afincarse en Capilla. El suele cargar una carpeta con fotos de la huella el “El
Pajarillo” y luces en el cielo que los turistas disfrutan con deleite al
terminar una tarde de caminata por el paisaje exuberante de Los Terrones.
Desde aquella “visita” en El
Pajarillo el perfil del turista cambió y a las familias que llegaban en busca
del aire puro y la tranquilidad de las sierras se sumó la masa de estudiosos del fenómeno OVNI y de otras
cuestiones paranormales. Al calor de la llegada de noticieros porteños y los
relatos pormenorizados de los avistajes en la voz del célebre José De Zer surgió el CIO (Centro de Investigaciones
Ovni), creado por Jorge Suárez, un ex secretario de cultura local. Localizado
en una espaciosa casa a pocas cuadras de la parroquia San Antonio, el centro
ofrece una amplia biblioteca con material documental, videos y estudios sobre
avistajes y fenómenos extraterrestres.
“No es un fenómeno, es una realidad.
Tenemos que aceptar que están acá, que son una presencia permanente. Los
investigadores más serios que han desarrollado trabajo de campo dicen que
Capilla es zona caliente, por eso es lugar de peregrinaje internacional y a los
que me preguntan porqué no se muestran más, les contesto que por que no los
recibimos mejor. Yo no voy a golpear la puerta de la casa del vecino si me la
cerró en la cara”, argumentaba con sencillez implacable Suárez en una
entrevista publicada en el blog Solos en
el universo. Allí contaba que desde el episodio del Pajarillo el tema ovnis lo
obsesionó “Llegué a preocupar a mi
familia. Me psicoticé por un fenómeno que para mí era desconocido. Me echaron
de la Municipalidad por eso”, confesaba el hombre que se animaba a provocar:
“Jesús fue un extraterrestre. El más maravilloso que visitó el planeta. El
mismo se lo decía a sus seguidores 'Mi Reino no es de este mundo´”. A
contramano de quienes lo consideraban un ser extraño y refutaban sus historias,
sus vecinos aún se ufanan de que Suárez fue el único capillense que almorzó
tres veces en televisión con la señora Mirtha Legrand para hablarle de su
experiencia en avistajes y regalarle sus libros: Luces Sobre el Uritorco (1993),
Grito de las Estrellas (1995), Uritorco, el cerro más misterioso de América
(1998) y Cita en el Uritorco (2004).
Pero es enero de 2013 y Suárez
falleció de un aneurisma en marzo del año pasado. “Pasó a otro plano”, dicen sus conocidos y
cuentan que pidió que sus cenizas descansasen en el Río Calabalumba. En su
homenaje Capilla fue sede en noviembre del XV Congreso Internacional de
Ovnilogía que reunió a investigadores de
las más diversas latitudes. Además, el
Centro sigue funcionando y ofrece conferencias para los turistas interesados en
el tema que empiezan puntualmente todos los días a las 18, después de las
cabalgatas o los baños en el río. ”El comienzo del año ha sido de mucho trabajo
en la oficina que se agrega a la producción de nuestros programas de radio y
televisión. Tanto Luz Mary (la compañera de Suárez) como yo estamos con mucho
estrés pero felices porque se demuestra la importancia del centro para ilustrar
a los turistas que según las cifras oficiales, en un 80 % vienen atraídos por
los misterios del Uritorco”, cuenta en la página del CIO Juan Calderato, una
suerte de heredero de Suárez. Pero a la vez manifiesta su enojo por la
iniciativa del municipio que realizó en los días previos al Carnaval la Fiesta
Provincial del Alienígena, donde cientos de fanáticos de los extraterrestres
desfilaron disfrazados con caretas verdes y trajes espaciales.
El camino elegido por la Comuna se
basa en que el misterio del cerro atrae
a famosos y desconocidos. “Hace muchos años que me fui a vivir a Canadá. Hoy traje
a mi marido y mi hijo para que conozcan la zona. Algo hay. No sé qué es. Hace
unos cuantos años mi madre que tiene casa en Asconchinga vio una luz que se dirigía directo hacia
ella. Se quedó detenida en el cielo sobre su casa y luego se alejó en dirección
contraria. Esa día mucha gente vivió algo parecido”, cuenta Sabrina, con algo
de pudor, mientras realiza un paseo por
Los Terrones.
A su lado, el guía Elias Miranda
puntualiza un hecho que fue la comidilla del fin de año capillense. En
diciembre, entre el recital de Santiago de Chile y el de Córdoba la superstar
Madonna visitó el cerro. Llegó en helicóptero junto a un séquito de
guardaespaldas que se movilizaba en camioneta. El diario El Capillense completa
la historia: la comitiva realizó ejercicios energizantes y abonó la módica suma
de US$ 500 mil por tener la exclusividad del Uritorco en una noche mágica: la
del 21 de diciembre pronosticada como el fin del mundo. Para los medios
porteños la historia fue otra: el intendente Gustavo Sez salió a decir que
cerraba el acceso al cerro para evitar un suicidio masivo o la histeria
colectiva, pero los vecinos conocen la verdadera historia y muchos vieron a la
diva alojada en el exclusivo complejo “El 44”, ubicado sobre la Ruta 38.
Sin embargo nadie en el pueblo es
capaz de creer que la artista haya llegado ansiosa por protagonizar un
encuentro cercano del tercer tipo. Es más probable que haya oído sobre la
condición del lugar sagrado del Uritorco para los comechingones que habitaron
en la zona, y el mito de que constituye un centro energético. Sin ninguna clase
de documentación salvo la tradición oral, en Capilla cuentan que la fuerza que
trasmite el cerro puede radicar en que en él estuvo enterrado un bastón de
mando que algunos creen simbolizaba el poder para los comechingones y otros
creen permitiría encontrar el Santo Grial.
En este punto la fama del Uritorco
entrecruza mitologías de las más diversas procedencias pero le ha permitido
sumar a sus visitantes a quienes llegan buscando una carga de energía extra.
Mentalistas, yogis y otros cultores del poder de la mente y la vida sana se
acercan a Capilla que bien puede ufanarse de ser el lugar de la Argentina con
más dietéticas y comedores vegetarianos por cuadra.
“No sé decir qué es la energía pero
algo hay, seguro. Yo mismo vi muchas veces luces y objetos que no podrían
explicarse de otro modo que como un OVNI”, cuenta un vecino del barrio La Toma,
quien admite que como las apariciones de la Virgen en San Nicolás, los
avistajes han reinstalado a Capilla en el mapa del turismo. Cierto es que para
muchos estudiosos los fenómenos luminosos o energéticos se explican
científicamente por la alta composición de cuarzo, turmalina y otros minerales
que tiene el cerro pero esa idea no convence a los capillenses que prefieren
creer en el mito de un lugar único.
Es necesario reconocer que los que
llegan también eligen creerlo. Y ninguno está dispuesto a irse sin su souvenirs
de su paso por el Uritorco. Cientos de negocios ofrecen piedras energizantes,
llaveros, remeras y gorras con dibujos de extraterrestres semejantes a los de Men
in Blacks para dejarse tentar. También fotos del aura, trabajos con cuencos y
masajes para activar las chakras. Las palmas se las lleva a la vera de la Ruta
38 el restaurante “El Ovni”, que en un ambiente de lámparas con forma de platos
voladores y simpáticos muñecos de extraterrestres ofrece la especialidad de la
casa: el chop El Ovni: “la única cerveza verde del mundo”, según reza el
eslogan. Bajo sus efectos uno es capaz de jurar que aquella estrella que titila
en el cielo límpido de Capilla es una presencia del espacio exterior que llega
atraída por los paisajes naturales y la cordialidad de su gente.
nrique Mariscal, Bs.As. serendipidad, 2011, ver historias sobre Deodoro Roca.
ResponderEliminarEnrique.