Esta página intenta ser un espacio multicultural donde todas las personas con inquietudes artísticas, en cualquier terreno que sea puedan publicar sus creaciones en forma libre y sin ningún tipo de censura. Son bienvenidas todas las muestras de las bellas artes que los lectores del blog nos quieran acercar. El único criterio válido es el de la expresividad, y todo aquél que desee mostrar sus aptitudes no tendrá ningún tipo de censura previa, reparos o correcciones. Este espacio pretende solamente ser un canal más donde los artistas de todas las latitudes de nuestra Iberoamérica puedan expresarse. Todas las colaboraciones serán recibidas ya sea en nuestro correo todaslasartes.argentina@gmail.com o bien en nuestra página en facebook denominada "Todas Las Artes Argentina" (Ir a http://www.facebook.com/profile.php?id=100001343757063). Tambièn pueden hacerse amigos de nuestra Página en Facebook yendo a https://www.facebook.com/pages/Todas-Las-Artes-Argentina/249871715069929

martes, 29 de noviembre de 2011

CRISIS. UNA NUEVA ACEPCIÓN, por Vicente Adelantado Soriano, de Valencia, España

Según el Diccionario de la Real Academia Española, crisis equivale a cambio, a una salida de la situación actual ya sea para bien o para mal. Es decir la crisis es, o debe ser, un rompimiento con la situación anterior, sea esta la que fuere. La palabra crisis, por esto mismo, se utiliza para todo: para una enfermedad, tiene que hacer crisis; para un gobierno inoperante, está en crisis; para una angustia vital, estoy en crisis; o para anunciar el prólogo de la muerte: está en estado crítico. Estas definiciones han sido válidas hasta hoy en día. Ahora, como se sabe, estamos en crisis. Ya llevamos varios años con una grave crisis a cuestas, y no sabemos todavía si nos van a mandar a sala, a la UCI, o al departamento de últimas voluntades.
¿Qué significa la palabra crisis en la actualidad? ¿Ha añadido esta nueva crisis algún matiz que no tenía antes la palabra? Veámoslo.

lunes, 28 de noviembre de 2011

NOVEDADES EDITORIALES - UNO SE ACOSTUMBRA, DE ARNOLDO ROSAS

Desde Venezuela, nos llegan noticias de que Ediciones Oblicuas ha editado Uno se acostumbra, la última novela de Arnoldo Rosas.
En su obra más reciente, el autor de La muerte no mata a nadie juega con las identidades de los personajes a través del propio juego del protagonista: imaginar los nombres y las vidas de los otros al contemplarlos en situaciones cotidianas.
En Uno se acostumbra Antonio Martínez es un hombre de negocios, de mediana edad, solitario, que entre viaje y viaje fantasea con la posibilidad de ser otro, de tener otras experiencias. Acostumbra a imaginar los nombres de las personas que contempla en los aeropuertos y a construir a su alrededor unas vidas que podrían ser perfectamente la suya. ¿Pero cuál es su verdadera vida?
Arnoldo Rosas realiza un excelente ejercicio narrativo a lo largo de esta desconcertante e irónica narración mediante el cual implica al lector en el propio texto. Exige su participación para acabar de tejer la urdimbre de identidades ambivalentes que se desarrolla en ella: una trama que no hace más que reflejar las angustias y emociones de unos personajes que son incapaces de sostenerse a sí mismos.
Arnoldo Rosas nació en Porlamar, Venezuela en 1960.Perteneció al Taller de Narrativa del Centro Latinoamericano “Rómulo Gallegos” (1981-1982) y en 2010 obtuvo  una Diplomatura en Literatura Creativa en el programa conjunto UNIMET-ICREA. Sus trabajos han merecido los siguientes reconocimientos: Premio de Narrativa “Régulo Guerra Salcedo” 1987. Premio de Narrativa “Rosauro Rosa Acosta” 1988. Mención especial concurso literario “Andrés Silva” 1991. Primer finalista Bienal Literaria Nueva Esparta “Chevige Guayke” 1991. Mención de Honor Bienal Latinoamericana de Literatura “José Rafael Pocaterra” 2000. Mención de Honor del Jurado VII Concurso Nacional de Cuentos Sacven 2009. Ha publicado anteriormente: Para Enterrar al Puerto (1985). Igual (1990.) Olvídate del Tango.( 1992) La Muerte No Mata a Nadie (2003) Nombre de Mujer (2005). Textos suyos están presentes en las siguientes antologías: Antología de Narradores Neoespartanos (1993). Antología de Narratistas Orientales (1994). Recuento, Antología del Cuento Breve Venezolano (1994). Quince que Cuentan (2008). Cuentos Sacven 2009 (2010)

viernes, 25 de noviembre de 2011

CARTA DE AMOR, por Irene Avilés, de Buenos Aires, Argentina

Mi querido Anibal:
Vos sabés muy bién que a mí no se me dá por escribir cartas pero, después de tantos años de vivir juntos el impulso de hacerlo me ganó.
Imagino la sorpresa que te causará esta locura mía, ¡Realmente es una locura!
Y si estoy demente es por tu culpa amor mío, soy una insensata y mi perturbada mente no reconoce prudencia ni dignidad.
Cuando me acuesto en la noche, mientras te rompés el lomo en el camión como soles decir (que por otra parte es verdad)  para que yo tenga todas las comodidades y cosas que vos creés que merezco,  lloro de angustia. Te extraño, para que lo voy a negar, extraño tu vozarrón cuando entrás en casa pidiendo la comida, extraño tus cariñosos pellizcos en mis nalgas aunque a veces duele un poco, siento la falta de tu ruidosa presencia, de tus pasos, hasta de tus quejas por algo que no encontrás.

miércoles, 23 de noviembre de 2011

EL FORO ©, por Carlos Alejandro Nahas, de Buenos Aires, Argentina

Juan Manuel Hidalgo Herrera era un exitoso hombre de negocios, en el total sentido de la expresión. Recibido de abogado a los 22 años, tenía un doctorado en negocios de Harvard y con menos de 30 ocupaba un lugar de privilegio en uno de los estudios más importantes de la Argentina. Había cerrado hacía poco un trato con una gran multinacional, lo que lo convirtió además en uno de los hombres más ricos del país.
            Esa iba a ser su primera vacación en años. Se iba a Europa, a recorrer como un diletante el mundo antiguo. Se subió a primera en Alitalia y mientras se bebía de un sorbo una copa de champán Cristal, se quedó dormido las casi 10 horas que lo separaban de Fiumicino.

POLVO GARRAPIÑADO, por Salvador Alario Bataller, de Valencia, España

Este cuento fue publicado en el libro “El Disfraz de Dios”, de Salvador Alario Bataller, 2011. Lulu Enterprises, USA

Carolina fue la primera novia formal que tuve, la primera chica importante en mi vida y he de confesar que estaba muy enamorado. Su familia, compuesta por un padre violento, una madre inhibida y un hermano menor neurasténico, me caía mal, pero soporté este contexto patogénico por el deseo de fomentar nuestra relación y llegar algún día a vivir con ella.
            Hermosa, pelirroja, de seno amplio y turgente, posaderas generosas, guapa de cara en fin, hermoso todo lo demás, su comportamiento en al intimidad desmentía su aparente potencial amatorio. Cuatro cosas, clásicas y poco más: esto no, aquello tampoco, por detrás ni pensarlo que me romperás, no me chupes abajo, me da asco besarte ahí, etc., etc., etc. De manera que, aunque la quería, fui sintiéndome cada vez más frustrado, se me fue apagando el deseo y al final le planteé que debíamos dejarlo. Se quedó cariacontecida, con los morrines apretados y los ojos de fuego, pero no me dijo nada cuando me marché e incluso no supe de su persona durante el próximo mes. Yo sentía que aún la quería, me empujaba el deseo, y echaba de menos su cuerpo, sus carnes espléndidas, que nunca me ofrecieron otra cosa que desahogos rutinarios y toneladas de frustración. Yo soy un tipo imaginativo, bastante vicioso si quieren, pero con ella llegué a sentirme un cero a la izquierda, un tipo de mierda, sin el menor atractivo, que se hundía poco a poco en el rencor primero y el un aparente desamor después. En el tiempo que estuve sin verla ni hablarle, mantuve varias relaciones temporales y más de un rollo saturnino, y eso me revalidó; las mujeres gozaban conmigo, algunas repetían, una se me enamoró, por lo cual me reafirmé en seguir experimentando y persistir alejado de aquella Carol que tanto dolor me había provocado.

martes, 22 de noviembre de 2011

ELEGÍA POR UN GRILLO, por María Teresa Bravo Bañón, de España


Entre oscuras raíces sepultado
dormitaste a la espera de una caricia
que inflamara de vida tus entrañas musicales.
Allí tus élitros tornaron color de raso y serenata
para acunar  estrellas y rosas.

Transformaste la noche en absoluto cántico,
mientras aves insomnes,
arrebujadas en los árboles,
se estremecían ante tu minúsculo cuerpo de cuerdas.

Ahora la noche es queja silente

y nadie mece el suelo de las    rosas,

escarchadas zarpas atravesaron tu corazón de arpegio
y en una recóndita rendija de infinito
yaces con  las almas filiformes de los violines.

lunes, 21 de noviembre de 2011

NOVEDADES EDITORIALES - TODOS LOS CUENTOS, DE FRANCISCO URONDO

Además de su extensa y conocida obra poética, Francisco Urondo (1930-1976) escribió la novela Los pasos previos, guiones televisivos y cinematográficos, piezas teatrales, textos testimoniales, ensayos literarios, artículos periodísticos y dos volúmenes de cuentos, Todo eso (1966) y Al tacto (1967). Hace unos meses la editorial Adriana Hidalgo presente una edición que  reúne su narrativa breve, un conjunto de dieciocho relatos en los que episodios de las vidas de una serie de personajes constituyen una escritura de la experiencia que, al mismo tiempo que muestra una época y un imaginario situado en los años sesenta, sobrepasa estos parámetros en tanto recorre temas permanentes a través del recuento de deseos, frustraciones, amores y amistades.
             Francisco Urondo nació en 1930 en la ciudad de Santa Fe y murió en Mendoza en 1976, en un enfrentamiento con la policía. La mayor parte de su obra incluye libros de poemas: La Perichole (1954), Historia antigua (1956), Breves (1959), Lugares (1961), Nombres (1963), Del otro lado (1967), Adolecer (1968), Son memorias (1970) y Todos los poemas (1972), que incluye los títulos anteriores más uno inédito, Poemas póstumos. Esta suma poética sería reeditada en 1986 por Casa de las Américas, de Cuba. Cuentos de batalla, libro en el que trabajaba al morir, se conserva sólo en parte. Además Urondo publicó dos volúmenes de relatos: Todo eso (1966) y Al tacto (1967), un libro de testimonios: La patria fusilada (1973), la novela Los pasos previos y varias obras de teatro que han sido reunidas en Muchas felicidades y otras obras por Editorial Arte y Literatura, de Cuba, en 1986.

viernes, 18 de noviembre de 2011

TV COLOR - CUANDO LOS PÁJAROS SE VAN -, por Eduardo Espósito, de Paso del Rey, Argentina


Con la huída de los últimos pájaros
la ciudad perfila su destino sombrío
Es mucho más el cielo en apariencia
aunque se colme de ondas invisibles
de cables y de verbos
La sinfonía plumífera ha cesado
Las antenas
Como una acupuntura cósmica
pulsan la medida azul del aire
Un licor sonoro
                         emborrachante
va descendiendo en el declive de la noche
y el ruido y el pájaro
                                  inmolados juntos
se llevan los secretos
                                del quinto día creativo
para que en la atmósfera intrascendente
de algún living
los pichones del hombre
duerman su sueño eléctrico.

                                       A Ray Bradbury

jueves, 17 de noviembre de 2011

LA JULIA, por María Agustina Nahas y Eva Marabotto, de Buenos Aires, Argentina


Se había ganado el apodo de la Gallega, ella que toda su vida había sido profesora de inglés. Pero sus colegas la apodaban así por las mil historias que contaba sobre su vida en España y la confesión de que la península ibérica era su segundo hogar. Pero para los alumnos era simplemente “La Julia”, sin que el artículo le aportase a su nombre ni siquiera un dejo despectivo.
En el colegio todos conocían su buen humor y el cariño que despertaba entre quienes la tenían como docente. Charlatana, gritona, peleadora, loca, maravillosa. Tenía "incontinencia verbal", como una vez acusó a un alumno. La sangre española le corría por las venas, sobre todo cuando se ponía a discutir con los chicos del fondo de 4to año, siendo ella merengue y ellos hinchas del Barça.

miércoles, 16 de noviembre de 2011

CIEN PALABRAS, por Ramón Cabrera Naveiras, de España

Este cuento ganó el Primer accésit Concurso de cuentos cortos Gerión 2009 (San Fernando, Cádiz)


El texto no debía sobrepasar las cien palabras. Un microcuento para un concurso. Pese a sus esfuerzos, cualquier argumento, una vez escrito, excedía de ese límite. Días y noches devanándose los sesos habían hecho de Pérez un ser humano ojeroso y trémulo. No hablaba, no comía, no salía. Rompió con la novia, los amigos. Una y otra vez pulía los borradores eliminando lo superfluo en apariencia, arrastrado por una obsesión de la que había hecho la esencia de su vida. Contaba... Ciento siete... Y si suprimía aquí unas palabras, más allá le parecía entonces que faltaban otras... Imposible... ¡Coño! ¡Ya!

martes, 15 de noviembre de 2011

INVENTAMOS CREPÚSCULOS, por Patricia Núñez, de Buenos Aires, Argentina (De "Flores blancas", 2008)


Inventamos crepúsculos.
El silencio.
Las lluvias bañan campos,
el viento lleva el chasquido del agua.
Los niños chapotean sus cuerpos,
juegan.
Alejados del hastío florece la vida.
En aventuras
el llanto es cultivo de otra realidad.
Fugitivos del lamento,
vagan en conjuros por la errante sabiduría
de quién escucha la emoción.
Van hacia el corazón del ser.

lunes, 14 de noviembre de 2011

NOVEDADES EDITORIALES - EL COMÚN OLVIDO DE SILVIA MOLLOY

Algunas de las grandes novedades del año en el mercado literario son textos agotados o revisados de autores consagrados. Tal es el caso de El común olvido, quizás la novela más importante de Silvia Molloy que reeditó Eterna Cadencia.
            Esta obra que pronto será llevada al cine narra la historia de un académico argentino que vuelve al país después de muchos años e intenta recuperar sus recuerdos, su lengua y su familia. El protagonista tiene rasgos que podrían asimilarse con la biografía de Molloy y le sirven a la autora para plantear el tema de la memoria y el olvido, el recuerdo y la existencia cotidiana en otra lengua.
            Silvia Hopenhayn definió a El común olvido como "una  obra clave de una de las voces más poderosas y originales de la narrativa contemporánea, El común olvido es, sin duda, un documento de identidad emitido por la literatura, sin otra ley que la del deseo por la palabra".
            "Simplemente me gustaría que se viera El común olvido como texto contingente, móvil, un texto que plantea un estar entre mundos sin encontrarse del todo en ninguno, que oscila entre países, entre lenguas, entre sexualidades, y que no se asienta en certidumbres sino, más bien, las cuestiona", definió la autora quien conversará el jueves a las 19 con Edgardo Cozarinski para presentar su obra, en Eterna Cadencia , Honduras 5582.
            Molloy es cuentista, novelista y crítica literaria. Es docente de la Universidad de Nueva York, dond edirige un programa de escritura creativa. Además de El común olvido (2002), publicó el libro de relatos Varia imaginación (2003) y las novelas En breve cárcel (1981) y Desarticulaciones (2010).

viernes, 11 de noviembre de 2011

CARAMELOS Y POESÍA, por Santiago Bao, de Villa Gessel, Argentina

El que fuésemos tan pobre y huérfanos no les daba derecho.
Tendría ocho o nueve años. Pobrísimos y huérfanos en ese caserón sombrío.
Recuerdo que un sábado nos dijeron que el domingo íbamos a estar invitados a una fiesta que se realizaría en el establecimiento. Era el aniversario de la muerte de una especie de prócer del pueblo. Una mujer que escribió poesía y que debía de estar como doscientos escalones por encima de nosotros.
La mañana del domingo nos reunieron a todos en el salón. La Directora presentó a quien iba a presidir el acto. Era una gorda a la que nunca se le caía una sonrisa cristalizada y estúpida de su rostro rechoncho.

jueves, 10 de noviembre de 2011

LA DOCE QUE PALPITA ©, por Carlos Alejandro Nahas, de Buenos Aires, Argentina

Corría la década del 70 y mi viejo me llevó por primera vez a ver al Boca de los amores, a nuestro Boquita querido. Él es reo y aunque con los años me haya dado la mejor educación universitaria, no quiso ir a platea. Eran otros tiempos y la violencia aún no había asolado los estadios. Me llevó lisa y llanamente debajo de la “12”, donde la cancha, se siente, se mueve, late, palpita.
            Yo debía tener cerca de ocho años y todavía tengo grabado en la retina cuando salió Boca a la cancha. La lluvia de papelitos y los cantos que decían – como hoy – “y dale, y dale, y dale Bo’ dale”. El cemento textualmente vibraba a cada salto y la cancha – que no era como es ahora – alternaba entre los orines que caían de la tercera bandeja y las cintas de máquina que se enredaban en los pies. Boca-Talleres era el partido y al final del primer tiempo ganábamos 1 a 0.

miércoles, 9 de noviembre de 2011

TRES REINAS, por Jorge Judah Cameron, de Mendoza, Argentina

El siguiente relato está basado en un hecho real ocurrido en territorio argentino. Los nombres y lugares han sido cambiados para proteger la identidad de los involucrados. La relación con el protagonista, que es hoy el único sobreviviente de aquel macabro suceso, me permitió escribir esta historia y saber que otros, al igual que él, fueron víctimas y muertos, o salvaron su vida, gracias a Dios.

J. J. Cameron.

Es posible que decidiera estar muerto después de aquel irracional suceso que desvió mi interpretación del mundo. Descubrir que aquello que no vemos, de ninguna manera está lejos de ser una verdad entre lo visible y lo invisible, lo trascendente a los sentidos básicos y especialmente a ese tercer ojo, que nos muestra las imágenes que no podríamos ver de otra manera. Lo que parece imposible o está dentro de la imaginación de cualquier ser humano, puede aparecer con uñas y dientes ante nosotros. No hablo de lo que ciertas personas pueden manifestar para comprender lo incomprensible, como si se tratase de algo cotidiano. Hablo de lo que cualquier mortal en su tránsito por la vida puede padecer y no lograr asimilar jamás.

martes, 8 de noviembre de 2011

XENOFOBIA, por Leo Sle, de Buenos Aires, Argentina


                   --Tenho fame
                   --Tenho sonho.
        Repetíamos por riguroso turno. Uno famélico, el otro arrastrando sus pasos sobre el asfalto o la banquina, tropezando y pisando cuanto charco barroso existiera, en esa ruta, hacia la casa y la aventura, por riguroso orden.
       
       Veníamos de penar alegrías en Paso de los Libres. Confraternidad latinoamericana: tres argentinos, cuatro brasileños, un peruano.

         El carnaval se hacía oír si una oreja en tierra prestaba atención. Se generaba en sus múltiples guaridas, y a puro redoble, ensayándose, se bailaba.

        Era hora de dejar la bohemia, el quietismo, la guitarra de palo verde, el canto común a todas las voces en lunfa, giria y limeño. Era hora de ir a buscar su origen.

         Estallamos como esporas, en todas direcciones. Quienes iban para el Sur, quienes para el Norte. Otros nos adentrábamos en el anhelado “país tropical”.

domingo, 6 de noviembre de 2011

NOVEDADES EDITORIALES - SEXYBONDI, DE WASHINGTON CUCURTO

El viernes 29 de noviembre se presentará en DAIN Usina Cultural (Nicaragua 4.889)
Sexybondi, la última novela de Washington Cucurto, el alias literario de Santiago Vega,.  que acaba de salir con el sello de InterZona y según el autor “es la historia de una cosa, la más romancera de todas las cosas, más que la cama, la cocina, el ropero. ¡Ay bondi, tanto más alegre que la mesa y la cama!”.
“Esta es la historia de Juan, un hombre al cual conocí, un hombre que disfrutaba horriblemente vivir sobre cuatro ruedas. Esta es la enternecedora historia de un hombre hambriento, fugaz, solo, que en la vida no tenía otra cosa que un bondi. ¡Ni su propia vida tenía!”, comienza el texto que integra un género al que el mismo Cucurto definió como “el realismo atolondrado”. En él el autor recurre a un procedimiento habitual de “reciclado” de elementos marginales, de estereotipos ajenos a la literatura y a la academia.
Un manuscrito rescatado de un cajón. De los tiempos "en que escribía mucho", tanto que hoy no llega a recordarlo. Interzona publica por primera vez esta historia descabellada, desbordante de escenas de sexo, marginalidad, humedad del río y de las otras.
Aunque constituye un personaje tan ficcional como los que pueblan su obra Washington Cucurto nació en Quilmes (Argentina)  en 1973. Trabajó como repositor en distintos supermercados y comenzó a tejer sus mitos de autor como miembro destacado de la generación de poetas de los años noventa (Zelarayán, 1998; La máquina de hacer paraguayitos, 1999; 20 pungas contra un pasajero, 2003; Hatuchay, 2005). Pero fueron los relatos de Cosas de negros (2003), Las aventuras de Señor maíz (2005), El curandero del amor (2006) y 1810. La revolución vivida por los negros (2008) los que lo llevaron a la fama latinoamericana y mundial En 2002 fundó Eloísa Cartonera, un sello de trabajadores cartoneros que difunde literatura latinoamericana contemporánea. Sus textos circulan en panfletos y libros oficiales por todo el mundo, traducidos entre otros idiomas al inglés, al portugués, al guaraní, al árabe y al coreano.

viernes, 4 de noviembre de 2011

CUANDO SOY UN BUEN PERRO, A VECES ME TIRAN UN HUESO, por Irene Avilés, de Buenos Aires, Argentina


“Cuando soy un buen perro, a veces me tiran un hueso”, (Pink Floyd - The Wall)

El viejo estaba cansado, sentado en el banco de la plaza tan linda de su barrio mientras los perros disfrutaban de pasto y libertad, liberados de sus correas.
Los miró y no pudo evitar que su mente retrocediera en el tiempo: en lugar de los animalitos vió al niño jugando a la pelota con él, padre joven pero con su tristeza escondida, disimulada con tremendo esfuerzo para no entristecer a su hijo.
Su hijo sin madre le dolía más que él mismo sin mujer o con mujer muerta, tenía que aceptarlo.

jueves, 3 de noviembre de 2011

ADA, por Eva Marabotto, de Buenos Aires, Argentina


A mi amiga Silvia, con todo amor

Ada había nacido con un don para decir. Así como alguna gente llega al mundo con un talento especial para la danza, otros sólo pueden dimensionar la vida a través de los números y unos cuantos sueñan día y noche con acumular poder, Ada sabía decir bien. Adoraba jugar con las palabras, nombrarlas una y otra vez, hasta darles el tono adecuado, hasta encontrar la inflexión precisa para causar con ella alegría o espanto, ternura o admiración. Daba lo mismo que fuese el relato de cómo había estado su día en la escuela, el último capítulo de un radioteatro o una historia imaginada de pe a pa. Ella podía narrarla para conmover al que la oyese.

miércoles, 2 de noviembre de 2011

CLASE TURISTA, por Eduardo Espósito, de Paso del Rey, Argentina


Porque no estamos hechos
de carne ni de sangre como pretendemos
aunque alguno que otro traje parezca desmentirlo
Porque la humedad bisiesta de este pueblo
arropa formas innombrables y mezquinas
Y nuestras lenguas de trapo
achican dos talles en invierno
Y porque el sur también existe
                                  en un afiche al menos
Porque soplamos semillas de amargón cada verano
para que alguien se eleve liviano en sus muñones
así enmohezcan los planos inclinados
Porque rezamos desnudos en las playas
y nadamos vestidos en nuestras sofocadas camas
y vacacionamos de oído
y hacemos de la fiesta una fanfarria
y porque sí
y porque el mar y la montaña
y estas ganas de ser otro
bajo una luna parecida.

                                      A Robert F. Young

martes, 1 de noviembre de 2011

CORPUS DE SANGRE, por Ramón Cabrera Naveiras, de España

 

(Este cuento ganó el PRIMER PREMIO RELATOS SEMANA NEGRA DE GIJON 2002)


López se vio obligado a esperar hasta pasadas las tres de la madrugada del día de Corpus, frente a una interminable serie de humeantes tazas de café, el previsible aviso del servicio de recogida de basuras. Mató el tiempo, como de costumbre, examinando fichas, documentos y  expedientes, sin que su charla con los compañeros fuera más allá de unos cuantos secos monosílabos. En realidad nunca hablaba demasiado. A una llamada de su mujer había contestado de malos modos, con más desprecio que fastidio. Taciturno, sus pensamientos iban por otro lado. Había bebido esa tarde y fumado mucha marihuana. Luego.... Una nueva llamada de ella, alrededor de las doce, importunándolo con estúpidos asuntos domésticos, hizo que su mano izquierda se cerrara airada en un puño apretado. Colgó el aparato bruscamente, sin ni siquiera esperar a que ella terminara.