Inventamos crepúsculos.
El silencio.
Las lluvias bañan campos,
el viento lleva el chasquido del agua.
Los niños chapotean sus cuerpos,
juegan.
Alejados del hastío florece la vida.
En aventuras
el llanto es cultivo de otra realidad.
Fugitivos del lamento,
vagan en conjuros por la errante sabiduría
de quién escucha la emoción.
Van hacia el corazón del ser.
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