El silencio desciende hacia los llanos,
cuando el corazón se anuncia.
¡Lumbreras del andar tráeme lo nuevo!
La calma del hogar será mi lucha,
asoman espadas caídas.
Cosechas del rocío
deslizado entre rosas
llevan el perfume y envuelven promesas.
Bebamos el néctar
mientras los deseos viajan en oleajes del alma,
callan lo absurdo.
¡Vengan también los senderos despiertos!
Los grillos han ido a buscar la noche,
abrazan el vuelo donde mi jardín espera.
POEMA XVI, por Patricia A. Núñez, de "Pájaros en el desierto" (2009)
Cuando te abrazo
es torrente en mis ojos
búsqueda errante del dulzor y frescura.
Huérfana en mis pasos
resguardo luz
transeúntes del espíritu
viajan hacia el clamor de los astros.
Al abrazarte la luna anida en el alma,
se complacen las horas
descienden junto al polvo en los valles.
Un muelle espera
deseso de oír las aguas;
es torrente en mi sangre el mar.
De encanto embriagas mis besos.
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