¡Palabras que convocan a los tropos
dormidos en el hueco de la noche!
Se vuelcan, exultantes ¡Qué derroche
de ritmos y de formas, de áureos copos
que posan en nosotros ¡ El soroche
se apodera del alma! ¡Ya alzan chopos
altísimos o se hunden, como topos,
cavando, sigilosas, su pasional reproche!
Ficción y realidad, sueño y vigilia,
por los que discurrimos diariamente
¡Mas la literatura nos auxilia
con diálogos del alma y de la mente!
¡Alumbra con su fuego y reconcilia
pasados y futuros en Presente!
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