Esta página intenta ser un espacio multicultural donde todas las personas con inquietudes artísticas, en cualquier terreno que sea puedan publicar sus creaciones en forma libre y sin ningún tipo de censura. Son bienvenidas todas las muestras de las bellas artes que los lectores del blog nos quieran acercar. El único criterio válido es el de la expresividad, y todo aquél que desee mostrar sus aptitudes no tendrá ningún tipo de censura previa, reparos o correcciones. Este espacio pretende solamente ser un canal más donde los artistas de todas las latitudes de nuestra Iberoamérica puedan expresarse. Todas las colaboraciones serán recibidas ya sea en nuestro correo todaslasartes.argentina@gmail.com o bien en nuestra página en facebook denominada "Todas Las Artes Argentina" (Ir a http://www.facebook.com/profile.php?id=100001343757063). Tambièn pueden hacerse amigos de nuestra Página en Facebook yendo a https://www.facebook.com/pages/Todas-Las-Artes-Argentina/249871715069929

martes, 26 de julio de 2016

CARTAS A PLINIO EL JOVEN III, por Vicente Adelantado Soriano, de Valencia, España


Ludovicus Plinio suo salutem plurimam dat.. Estas palabras de una de tus cartas me han hecho reflexionar, brevemente, sobre si en muchas de las “opiniones” vertidas hoy en día, en algunos medios de comunicación, hay falta de amor propio, de miedo o simplemente de la más elemental de las educaciones. Estas “opiniones” en demasiadas ocasiones no son sino verdaderas groserías, zafiedades, cuando no salvajadas propias de otra época, si es que la hubo. Hay gente tan pobre de espíritu, de educación, y de humanidad, que necesita del anonimato, o de la compañía de otros, para atreverse a sacar la podredumbre que lleva en su interior. No menos cierto es que otros, amparados en la inmunidad del poder, y en la chulería, faltan al respeto a toda persona bien nacida, pues no hablan sino para ofender.

Se escudan, unos y otros, en la santísima libertad de expresión. Es el comodín que se utiliza actualmente para todo tipo de despropósitos, como lo era, para el poder, en otros tiempos, acusar a alguien de judeo-masón, de comunista o de terrorista. Cada época tiene sus tópicos. Y sus fobias. Es decir sus justificaciones para hacer lo que le viene en gana sin rendir cuentas. Basta con utilizar la palabra clave.