Por diversas
razones, el presente blog, tan grato a todos nosotros, deberá discontinuar sus
publicaciones. Tal vez en un futuro no muy lejano “volvamos al ruedo”. Luego de
cinco años y pico para el editor responsable, sus múltiples ocupaciones le impide publicar
las excelentes creaciones que nos hacen llegar nuestros colaboradores. De
todos modos, sus casi 2.000 cuentos, poemas, fotos y obras pictóricas siguen
abiertas para quienes quieran disfrutar de este espacio. Vaya nuestro eterno
agradecimiento a los que nos acompañaron en esta hermosa aventura de las letras. Es por
ello que en homenaje a estos cinco hermosos años, decidimos publicar a modo de “hasta
luego”, en primer lugar el cuento emblemático del blog “Pucho que me hiciste
mal” de Carlos Alejandro Nahas, luego los diez cuentos que resultaron más leídos
en estos cinco años y como humilde
homenaje a un maravilloso colaborador, Vicente Adelantado Soriano, cuya
maravillosa y fina pluma nos ha deleitado semana tras semana, uno de sus relatos. Un
gigantesco y cordial abrazo
Carlos
Alejandro Nahas
Esta página intenta ser un espacio multicultural donde todas las personas con inquietudes artísticas, en cualquier terreno que sea puedan publicar sus creaciones en forma libre y sin ningún tipo de censura. Son bienvenidas todas las muestras de las bellas artes que los lectores del blog nos quieran acercar. El único criterio válido es el de la expresividad, y todo aquél que desee mostrar sus aptitudes no tendrá ningún tipo de censura previa, reparos o correcciones. Este espacio pretende solamente ser un canal más donde los artistas de todas las latitudes de nuestra Iberoamérica puedan expresarse. Todas las colaboraciones serán recibidas ya sea en nuestro correo todaslasartes.argentina@gmail.com o bien en nuestra página en facebook denominada "Todas Las Artes Argentina" (Ir a http://www.facebook.com/profile.php?id=100001343757063). Tambièn pueden hacerse amigos de nuestra Página en Facebook yendo a https://www.facebook.com/pages/Todas-Las-Artes-Argentina/249871715069929
miércoles, 6 de abril de 2016
PUCHO QUE ME HICISTE MAL ©, por Carlos Alejandro Nahas, de Buenos Aires, Argentina
El pucho nos llegó de chicos, de cuando
poníamos chapitas debajo de las vías del tranvía, de cuando tomábamos la leche
de la botella de vidrio, de cuando las figuritas eran de lata. Nos habrá
llegado a los 12 o 13 años. En una plaza de Barracas y de madrugada. Arturo le
afanó a su tío Alberto los primeros Saratoga, fuertes como la mierda. Y en esa
madrugada nos hicimos hombres de a pucho. Luego vendrían el debut sexual en el
quilombo de Doña Rita, en el docke, las primeras novias, los primeros bailes en
el centro con ambo, zapatos blancos y medias rojas. Pero lo que se dice “debut
– debut”, lo dimos en aquélla plazoleta de la calle Jorge, entre toses y
carcajadas.
LAS ROSAS PEREGRINAS©, por Irene Mercedes Aguirre, de Buenos Aires, Argentina
Uno se
olvida de visitar a las personas queridas. Digo más, aún a las muy
amadas. El tiempo, ese enorme tirano de las horas, va dosificando las actividades y los
intereses a lo largo de los días y así,
poco a poco, nos encontramos tan ocupados que
parece inevitable olvidar aquello que fue tan caro para nosotros en otras épocas.
VIOLIN O VIOLA, por Leo Sle, de Buenos Aires, Argentina
Venía piloteando mi
vida sin demasiados sobresaltos, huérfano de acompañante y como siempre, todo
lo rápido que me permitía la máquina.
Había verificado que
con tanto kilometraje el vehículo andaba sin esfuerzo en las rectas, trepaba
con autoridad las cuestas, frenaba con solvencia y sobre todo, doblaba como los
dioses.
BESOS BRUJOS ©, por Carlos Alejandro Nahas, de Buenos Aires, Argentina
La verdad es que yo no sé si dar por
cierto las cosas que me cuentan por la calle, pero es que hay cada boludo
andando por ahí que ni les digo, che. Mirá, mientras el Gallego me pide un
cortado les cuento esta que parece salida de un cómic – dijo el Turco mientras
se sentaba en el bar –
- ¿De qué te enteraste ahora? Le
preguntó el Tano Brandán mientras se acodaba en la silla como solía hacerlo
cada vez que alguna de las fábulas – ciertas o no – de su amigo lo atrapaban.
EL GALLO, por Delfina Acosta, de Asunción, Paraguay
El gallo, de carúnculas muy rojas y
espolones curtidos, se largo a cantar a
las cuatro y media de la madrugada.
Negras hormigas laboriosas cargaban sobre sus lomos las pequeñas mudanzas de
los árboles que empezaban a corromperse en el cementerio levantado en el siglo
pasado con ambición de necrópolis.
EL CUMPLEAÑOS DEL ABUELO, por Eva Marabotto, de Buenos Aires, Argentina
La
primera noticia la dio la Elsa, la hija mayor: en julio Don José cumplía 100
años. Cierto que algunos dudaron porque, según las chismosas del barrio, la
Elsa ya iba por los 75, y estaba medio "gagá". Pero los otros ocho
hijos pudieron confirmar el dato. El viejo había nacido en 1910, en pleno
festejo por el Centenario, así que quedaban cuatro meses para organizarle un
cumpleaños en serio.
MAR, por Eva Marabotto, de Buenos Aires, Argentina
¿Dónde
quedo tu canción, aquella que oía de niña?
¿Dónde,
la voz de mi padre y sus historias de piratas?
¿Volverán
alguna vez los juegos y las risas?
En
algún lugar me esperan aquellas olas inmensas.
Hoy
son otras las voces infantiles que llegan a tus playas
Los
piratas tienen rostros de miseria y negociado
Esta
que soy se encuentra con la niña que fui, en la mansa orilla.
DOS POEMAS, de Isabel Llorca Bosco de Buenos Aires, Argentina
La querida Isabel Llorca Bosco nos ha acercado estos dos poemas escritos por varios siglos de diferencia.
Muchas gracias Isabel !!
Muchas gracias Isabel !!
VILLANCICOS, por Alonso de Ledesma. “Conceptos espirituales”
V
Alma dormida, despierta,
y escucha el dulce clamor,
porque esta noche el amor
te ha echado un niño a la puerta.
EL VIOLÍN, por Elizabeth Oliver de Abalos, de Montevideo, Uruguay
Se habían conocido allá por el año 33, en la
vuelta de la Universidad, a la salida del nocturno. Tenían la misma edad, pero
ella terminaba Preparatorios, y él Secundaria. Un poco por eso, y otro poco por
ser tan seria y recatada; él le vio algo de superior y le costó abordarla. Que
lo había deslumbrado no cabían dudas, así que se armó de coraje y al fin le
habló.
CONFESIÓN, por Miguel Ábalos, de Montevideo, Uruguay
José sabía que Aníbal era
informativista de una de las cadenas de televisión más importantes del mundo
pero no lo había visto en los últimos treinta años. Esa noche, a través de un Canal de cable, lo
vio transmitiendo desde Miami. Además de
la alegría que le produjo verlo después de tanto tiempo, sintió una extraña
emoción. Tenía recuerdos ― de cuando
eran niños y adolescentes ― que llevaba muy adentro y nunca se habían apartado
de él.
viernes, 1 de abril de 2016
A. M. D. G, por Vicente Adelantado Soriano, de Valencia, España.
Una facecia, cuando se aplica a lo sagrado,
desata indefectiblemente inesperados contratiempos.
Segundo Serrano Poncela, El hombre de la cruz
verde.
Había pasado toda la tarde intentando desentrañar
un viejo y complicado fragmento de Cicerón. No quiero descuidarme, así que
todos los días dedico varias horas a la que ha sido la pasión de mi vida a fin
de no olvidar el vocabulario, las construcciones, la sintaxis y todo lo demás.
Procuro mantener la mente ágil y despierta. Pero al cabo de unas tres horas de
lectura, me entran unos dolores de cabeza tremendos. Me volvió a suceder ayer.
Me puse el anorak, y salí a caminar, cosa que me relaja muchísimo. A los pocos
minutos de estar caminando, y más si llueve o hace mucho frío, mi mente se
queda como nueva. Es el momento, entonces, de regresar a los libros.
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